Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Noticias, comunidad, medio ambiente ,cultura y arte un puente entre Galicia y Argentina
Vinculos -
Recomendados
CINE
Cine con estrellas
TN ECOLOGIA
Con la conducción de Sergio Elguezabal, TN Ecología es un nexo entre los especialistas en medio ambiente, científicos, ecologistas, ONGs, asociaciones de vecinos y el público en general.
Noticias, viajes, investigaciones y denuncias para mejorar la calidad de vida en nuestro planeta.
Sábados 10.30 y 17.30 hs. - Domingos 19.30 hs.
en vivo
Cine con estrellas
TN ECOLOGIA
Con la conducción de Sergio Elguezabal, TN Ecología es un nexo entre los especialistas en medio ambiente, científicos, ecologistas, ONGs, asociaciones de vecinos y el público en general.
Noticias, viajes, investigaciones y denuncias para mejorar la calidad de vida en nuestro planeta.
Sábados 10.30 y 17.30 hs. - Domingos 19.30 hs.
en vivo
Datos personales
- Facundo
- facundo.reyna@rai.usc.es
http://www.galiciaemplea.com/
http://www.greenpeace.org.ar/cyberacciones/bosques.html
http://www.voluntariadogalego.org/
articulos
Luces de Galicia
Por Emma Gonzalez
Dentro de la literatura española se destacan siempre grandes escritores, pero sobre todo prevalece la época medieval y renacentista en la escuela secundaria argentina: Mio Cid y El Conde Lucanor, el Lazarillo de Tormes y Don Quijote, son las obras más vistas. Sólo algunos recuerdan también La vida es sueño, de Calderón de la Barca o Fuenteovejuna de Lope de Vega.
Ninguno de ellos es de origen gallego. ¿Por qué en un país como Argentina, que recibió una de las inmigraciones más importantes de Galicia, no se enseña literatura gallega?
Algo no sólo para reflexionar, sino para cambiar.
Esta sección está pensada con ese fin, y hoy empezaremos por un escritor no tan conocido, pero que en su época dio mucho que hablar: el bohemio y gallego Ramón María de Valle-Inclán.
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) el año 1866. Perteneció al movimiento modernista y a la llamada Generación del '98 (junto con Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Antonio Machado). Defendían la precisión y la claridad en las palabras, como así también la recuperación de arcaismos y localismos. En la obra valle-inclaniana se citan tanto palabras cultas - propias de la tradición greco-romana- como palabras provenientes de dialectos de las clases sociales más bajas.
Si bien ya había tenido su primer éxito con las Sonatas (cuatro novelas que se corresponden con las cuatro estaciones y con cuatro episodios amorosos) su obra más representativa son sus "esperpentos", que pertenecen al género dramático. En el primero de ellos (Luces de bohemia) se define en la voz del protagonista, Max Estrella:
"Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada"
Esta deformación de la realidad, privada de aspectos amables y resaltando los más absurdos, ubican a estos dramas dentro de lo grotesco satírico.
Los personajes son seres grotescos (Max Estrella es un poeta ciego que vaga por las calles nocturnas de Madrid con un amigo como lazarillo, que más allá de ayudarlo, siempre trata de aprovecharse de él, parodiando al ya citado Lazarillo de Tormes), animalizados, como dicen los estudiosos: fantoches o marionetas; quienes viven situaciones de continuo contraste y que hablan una mezcla de arcaísmos y localismos procedentes del lenguaje del hampa y del caló. La forma en que está escrito juega también como marco de este quiebre, de este universo inverso. Las acotaciones, las descripciones se entrelazan con los diálogos, por lo que fue y sigue siendo imposible representar un esperpento siguiendo al pie de la letra las palabras de Valle. Porque cómo se podría si la luna debe ser lunera, la cara del librero de tocino rancio, los diálogos borrosos, los rincones llenos de sombras en sombras, la cara de un golfo en una gran sonrisa de viruela...
Hasta se parodia, en la última escena, a Hamlet de Shakespeare: los dos sepultureros junto al marqués de Bradomín -protagonista de las Sonatas- y a Rubén Darío -poeta amigo y muy reconocido-, quienes reflexionan sobre la figura de Max, poeta típico de comienzos siglo XX; pobre en vida, reconocido después de su muerte. Un antihéroe, como el que lo pensó. Un gallego que es digno de recordar en un Continente que una vez fue su casa, por personas que extrañan su lugar de origen, y que tal vez por medio de unas palabras se sientan un paso más cerca de su pasado, a veces, desconocido.
“Galegos en Bizkaia” na Feira de DurangoArtilcu
CIG-Comunicación-
Bizkaia (Euskal Herria). Contén unha recompilación de poemas e cartas de Manuel María e Gabriel Aresti e foi editado polas fundacións FESGA e IPAR HEGOA. O limiar e comentarios escribíronos Xurxo Martínez Crespo e Raúl Río Díaz.
A distribución e promoción realizouna a Federación Galega de Asociacións de Emigrantes Retornados coa colaboración da Secretaría Xeral de Emigración da Xunta de Galiza.
“Galegos en Bizkaia / Galizaiarrak Bizkaian”, en edición bilingüe en galego e éuscaro, contén unha recompilación de cartas entre dous grandes amigos e poetas como Manuel María e Gabriel Aresti, e recolle tamén poemas inéditos dirixidos ás e os traballadores galegos e vascos. Xurxo Martínez Crespo explica que, nesta obra, ambos autores abordan “unha preocupación compartida, como eran as malas relacións entre a poboación inmigrada galega e a poboación vasca en Bizkaia na década dos 60”.
Por Emma Gonzalez
Dentro de la literatura española se destacan siempre grandes escritores, pero sobre todo prevalece la época medieval y renacentista en la escuela secundaria argentina: Mio Cid y El Conde Lucanor, el Lazarillo de Tormes y Don Quijote, son las obras más vistas. Sólo algunos recuerdan también La vida es sueño, de Calderón de la Barca o Fuenteovejuna de Lope de Vega.
Ninguno de ellos es de origen gallego. ¿Por qué en un país como Argentina, que recibió una de las inmigraciones más importantes de Galicia, no se enseña literatura gallega?
Algo no sólo para reflexionar, sino para cambiar.
Esta sección está pensada con ese fin, y hoy empezaremos por un escritor no tan conocido, pero que en su época dio mucho que hablar: el bohemio y gallego Ramón María de Valle-Inclán.
Nació en Villanueva de Arosa (Pontevedra) el año 1866. Perteneció al movimiento modernista y a la llamada Generación del '98 (junto con Juan Ramón Jiménez, Miguel de Unamuno, Pío Baroja y Antonio Machado). Defendían la precisión y la claridad en las palabras, como así también la recuperación de arcaismos y localismos. En la obra valle-inclaniana se citan tanto palabras cultas - propias de la tradición greco-romana- como palabras provenientes de dialectos de las clases sociales más bajas.
Si bien ya había tenido su primer éxito con las Sonatas (cuatro novelas que se corresponden con las cuatro estaciones y con cuatro episodios amorosos) su obra más representativa son sus "esperpentos", que pertenecen al género dramático. En el primero de ellos (Luces de bohemia) se define en la voz del protagonista, Max Estrella:
"Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada"
Esta deformación de la realidad, privada de aspectos amables y resaltando los más absurdos, ubican a estos dramas dentro de lo grotesco satírico.
Los personajes son seres grotescos (Max Estrella es un poeta ciego que vaga por las calles nocturnas de Madrid con un amigo como lazarillo, que más allá de ayudarlo, siempre trata de aprovecharse de él, parodiando al ya citado Lazarillo de Tormes), animalizados, como dicen los estudiosos: fantoches o marionetas; quienes viven situaciones de continuo contraste y que hablan una mezcla de arcaísmos y localismos procedentes del lenguaje del hampa y del caló. La forma en que está escrito juega también como marco de este quiebre, de este universo inverso. Las acotaciones, las descripciones se entrelazan con los diálogos, por lo que fue y sigue siendo imposible representar un esperpento siguiendo al pie de la letra las palabras de Valle. Porque cómo se podría si la luna debe ser lunera, la cara del librero de tocino rancio, los diálogos borrosos, los rincones llenos de sombras en sombras, la cara de un golfo en una gran sonrisa de viruela...
Hasta se parodia, en la última escena, a Hamlet de Shakespeare: los dos sepultureros junto al marqués de Bradomín -protagonista de las Sonatas- y a Rubén Darío -poeta amigo y muy reconocido-, quienes reflexionan sobre la figura de Max, poeta típico de comienzos siglo XX; pobre en vida, reconocido después de su muerte. Un antihéroe, como el que lo pensó. Un gallego que es digno de recordar en un Continente que una vez fue su casa, por personas que extrañan su lugar de origen, y que tal vez por medio de unas palabras se sientan un paso más cerca de su pasado, a veces, desconocido.
“Galegos en Bizkaia” na Feira de DurangoArtilcu
CIG-Comunicación-
Bizkaia (Euskal Herria). Contén unha recompilación de poemas e cartas de Manuel María e Gabriel Aresti e foi editado polas fundacións FESGA e IPAR HEGOA. O limiar e comentarios escribíronos Xurxo Martínez Crespo e Raúl Río Díaz.
A distribución e promoción realizouna a Federación Galega de Asociacións de Emigrantes Retornados coa colaboración da Secretaría Xeral de Emigración da Xunta de Galiza.
“Galegos en Bizkaia / Galizaiarrak Bizkaian”, en edición bilingüe en galego e éuscaro, contén unha recompilación de cartas entre dous grandes amigos e poetas como Manuel María e Gabriel Aresti, e recolle tamén poemas inéditos dirixidos ás e os traballadores galegos e vascos. Xurxo Martínez Crespo explica que, nesta obra, ambos autores abordan “unha preocupación compartida, como eran as malas relacións entre a poboación inmigrada galega e a poboación vasca en Bizkaia na década dos 60”.
Ser solidarios, es la mejor forma de reivindicar nuestras raíces.
El domingo 9 de diciembre a las 15:00 hs en la Plaza Villareal ( Irigoyen y Simbrón ), se llevo a cabo un “Recital Solidario” , organizado por la Fundación XEITO NOVO de Cultura Gallega. Dentro de las múltiples actividades de esta Fundación , el ejercicio de la “ Solidaridad Activa “ ,ocupa un lugar central y es una de las tantas “herencias”, que nuestros padres y abuelos gallegos nos han dejado. Junto a la Comunidad y a beneficio del comedor infantil de Villa Real (ACOMC – Asociación Comunitaria y recreativa cultural ), actuaron los siguientes grupos:Dancing MoodOjos . Alejandro Balbis y los Caballeros de PelucaValor de la Entrada : 1 alimento fue “no perecedero” o útiles escolares.
Ojos locos en vivo
Dancing Mood en vivo
Ojos locos en vivo
Dancing Mood en vivo
La Opinión A Coruña
Pagina 12
clarín - Crónica Urbanas
Congreso de Lenguas Minorizadas del 9 al 12 de octubre, Buenos Aires.
Un percorrido cronolóxico pola historia da lingua galega
De Loia, un proxecto do Consello da Cultura Galega, a través da súa sección de Lingua e o Centro de Documentación Sociolingüística de Galicia.
1. As orixes: a evolución dende o latín
2. A conciencia dun idioma diferente na baixa idade media
3. A formación da tradición escrita
4. Trobadores e xograis
O galego é un idioma neolatino. Como tal está emparentado coas demais linguas románicas, entre as cales se contan algunhas das máis faladas de Europa, coma o portugués, o castelán, o francés e o italiano. Co portugués e o castelán as relacións son moi estreitas: co primeiro, pola xénese común na Idade Media, co segundo, pola estreita convivencia durante as idades moderna e contemporánea. No século XIX, coincidindo co desenvolvemento da historiografía romántica que reivindicaba a preponderancia do elemento céltico na configuración de Galicia como unidade étnica, tamén se puxo en voga subliñar un suposto compoñente céltico do idioma, idea que calou fondo entre os eruditos galegos de comezos do século XX.
1. As orixes: a evolución do latín
En realidade, o galego non só é, como dixemos, un idioma neolatino de seu, senón un dos máis fieis representantes da latinidade vulgar, que se implantou no país entre os séculos I e VI da nosa era. Os falares das poboacións indíxenas galaicas, que eran de tipo céltico ou para-céltico, limitáronse a deixar pegadas, escasas, no léxico, e reliquias, máis abondosas, na toponimia do país. Achegas non latinas posteriores, coma as xermánicas e máis tarde as árabes, apenas modificaron a fisionomía románica dos falares galaicos.
A xulgar pola ausencia de testemuños, en Galicia era descoñecida a escrita antes do contacto cos conquistadores romanos. O único idioma que se escribiu en Galicia ata finais do século XII foi o latín, un latín moi distinto ao clásico e en permanente evolución. Os falares neolatinos, en Galicia coma noutras partes, experimentaron unha transformación moito máis rápida do que a lingua escrita durante eses séculos (do V ao XIII) dá a entender. Con todo, non está claro cando comezou a xente a tomar consciencia de que o idioma que falaban xa non era latín, mais o que eles denominaban romance. Convencionalmente podemos situar ese momento por volta do século XII.
2. A conciencia dun idioma diferente na baixa idade media
Máis doado é determinar en qué época o romance galego comezou a percibirse como distinto a outros romances veciños: a consciencia desa diferenciación comeza a espreitar no mesmo século XII e consolídase no século XIV.
Con todo, sería un anacronismo inxenuo supor que nos tempos medievais o galego desempeñaba na definición da identidade galega un papel similar ao que representa na nosa época. Incluso sería enganoso pensar que as identidades colectivas medievais tiñan un carácter en todo punto análogo ás actuais. Na idade media europea non existían poderosos estados cun aparato administrativo extenso e centralizado, e cunhas fronteiras políticas definidas e estables, senón entidades políticas semi-autónomas de distintos niveis, calladas arredor de
Os falares das poboacións indíxenas galaicas, que eran de tipo céltico ou para-céltico, limitáronse a deixar pegadas, escasas, no léxico, e reliquias, máis abondosas, na toponimia do país.
dinastías nobiliarias ou rexias, solapadas de diversos xeitos, e con fronteiras descontinuas e mudables. Non había, xa que logo, cidadáns leais a un Estado, que constitúe un referente imprescindible da identidade colectiva contemporánea, senón súbditos fieis a diversos señores, unidos a eles por lazos persoais de protección e acorro. O cemento máis firme da identidade colectiva dábao a relixión, que no caso dos cristiáns se encarnaba nunha poderosa institución de carácter transnacional, case máis xerarquizada e centralizada do que os propios estados feudais. A Igrexa tiña, ademais, o monopolio da educación, que, por outra parte, só alcanzaba a unha porcentaxe moi exigua da poboación. Na idade media, practicamente os únicos que sabían ler e escribir eran os clérigos. O idioma da Igrexa, da súa administración, dos ritos relixiosos, dos seus centros educativos (por acaso, das universidades) era o latín e así continuou sendo ata tempos moi recentes.
3. A formación da tradición escrita
Existe un correlato claro entre a configuración política dos principados medievais e a das linguas que comezaban a forxarse a partir dos falares neolatinos. Fóra do latín, non existían idiomas fixados, cunha tradición escrita estable e unha modalidade de referencia, nin moi definidos uns fronte aos outros, senón falares entre os cales existían pequenas diferenzas graduais, con afinidades que se ían difuminando de vagar conforme un se arredaba no territorio. Só coa paseniña emerxencia dunha cultura non clerical, primeiro nobiliaria e máis tarde burguesa, comezou a xurdir de maneira incipiente o cultivo literario deses falares vulgares, e fóronse constituíndo tradicións escritas para os idiomas románicos. Dun xeito análogo, a procura da eficacia na comunicación resultou decisiva para impulsar a
A mediados do século XIII, arrinca o cultivo instrumental do galego, vinculado ás necesidades administrativas das clases altas
escrita dos romances no ámbito administrativo. Cando isto se viu apoiado por unha corte real, como aconteceu en Castela-León a partir de Fernando III e sobre todo de Afonso X (século XIII), creouse unha base sólida para que se estabilizase unha tradición escrita que serviu de referencia para a fixación do correspondente romance.
4. Trobadores e xograis
En Galicia, foi primeiro a pequena nobreza asentada no país pero con contactos por todo o norte da Península, e despois tamén a ínfima nobreza, máis vinculada aos reis de Castela-León, á súa corte e ás súas empresas militares (conquista de Al-Andalus), a que pulou polo cultivo literario do galego. De aí a esplendorosa escola trobadoresca galego-portuguesa. Un pouco máis tarde, a mediados do século XIII, arrinca o cultivo instrumental do galego, vinculado ás necesidades administrativas da nobreza, da incipiente burguesía urbana e dos poderosísimos conventos e mosteiros. Pero aquí faltou unha corte real que marcase a pauta, algo que si existiu en Portugal. A comezos do século XVII notaba con agudeza o letrado e gramático portugués Duarte Nunes de Leão que as "linguas de Galiza e Portugal eran antigamente case unha mesma". E engadía: "Da cal lingua galega a portuguesa se aventaxou tanto, canto na copia e na elegancia dela vemos; o que se causou por en Portugal haber reis e corte, que é a oficina onde os vocábulos se forxan e pulen e de onde manan para os outros homes, o que nunca houbo en Galicia."
1. As orixes: a evolución dende o latín
2. A conciencia dun idioma diferente na baixa idade media
3. A formación da tradición escrita
4. Trobadores e xograis
O galego é un idioma neolatino. Como tal está emparentado coas demais linguas románicas, entre as cales se contan algunhas das máis faladas de Europa, coma o portugués, o castelán, o francés e o italiano. Co portugués e o castelán as relacións son moi estreitas: co primeiro, pola xénese común na Idade Media, co segundo, pola estreita convivencia durante as idades moderna e contemporánea. No século XIX, coincidindo co desenvolvemento da historiografía romántica que reivindicaba a preponderancia do elemento céltico na configuración de Galicia como unidade étnica, tamén se puxo en voga subliñar un suposto compoñente céltico do idioma, idea que calou fondo entre os eruditos galegos de comezos do século XX.
1. As orixes: a evolución do latín
En realidade, o galego non só é, como dixemos, un idioma neolatino de seu, senón un dos máis fieis representantes da latinidade vulgar, que se implantou no país entre os séculos I e VI da nosa era. Os falares das poboacións indíxenas galaicas, que eran de tipo céltico ou para-céltico, limitáronse a deixar pegadas, escasas, no léxico, e reliquias, máis abondosas, na toponimia do país. Achegas non latinas posteriores, coma as xermánicas e máis tarde as árabes, apenas modificaron a fisionomía románica dos falares galaicos.
A xulgar pola ausencia de testemuños, en Galicia era descoñecida a escrita antes do contacto cos conquistadores romanos. O único idioma que se escribiu en Galicia ata finais do século XII foi o latín, un latín moi distinto ao clásico e en permanente evolución. Os falares neolatinos, en Galicia coma noutras partes, experimentaron unha transformación moito máis rápida do que a lingua escrita durante eses séculos (do V ao XIII) dá a entender. Con todo, non está claro cando comezou a xente a tomar consciencia de que o idioma que falaban xa non era latín, mais o que eles denominaban romance. Convencionalmente podemos situar ese momento por volta do século XII.
2. A conciencia dun idioma diferente na baixa idade media
Máis doado é determinar en qué época o romance galego comezou a percibirse como distinto a outros romances veciños: a consciencia desa diferenciación comeza a espreitar no mesmo século XII e consolídase no século XIV.
Con todo, sería un anacronismo inxenuo supor que nos tempos medievais o galego desempeñaba na definición da identidade galega un papel similar ao que representa na nosa época. Incluso sería enganoso pensar que as identidades colectivas medievais tiñan un carácter en todo punto análogo ás actuais. Na idade media europea non existían poderosos estados cun aparato administrativo extenso e centralizado, e cunhas fronteiras políticas definidas e estables, senón entidades políticas semi-autónomas de distintos niveis, calladas arredor de
Os falares das poboacións indíxenas galaicas, que eran de tipo céltico ou para-céltico, limitáronse a deixar pegadas, escasas, no léxico, e reliquias, máis abondosas, na toponimia do país.
dinastías nobiliarias ou rexias, solapadas de diversos xeitos, e con fronteiras descontinuas e mudables. Non había, xa que logo, cidadáns leais a un Estado, que constitúe un referente imprescindible da identidade colectiva contemporánea, senón súbditos fieis a diversos señores, unidos a eles por lazos persoais de protección e acorro. O cemento máis firme da identidade colectiva dábao a relixión, que no caso dos cristiáns se encarnaba nunha poderosa institución de carácter transnacional, case máis xerarquizada e centralizada do que os propios estados feudais. A Igrexa tiña, ademais, o monopolio da educación, que, por outra parte, só alcanzaba a unha porcentaxe moi exigua da poboación. Na idade media, practicamente os únicos que sabían ler e escribir eran os clérigos. O idioma da Igrexa, da súa administración, dos ritos relixiosos, dos seus centros educativos (por acaso, das universidades) era o latín e así continuou sendo ata tempos moi recentes.
3. A formación da tradición escrita
Existe un correlato claro entre a configuración política dos principados medievais e a das linguas que comezaban a forxarse a partir dos falares neolatinos. Fóra do latín, non existían idiomas fixados, cunha tradición escrita estable e unha modalidade de referencia, nin moi definidos uns fronte aos outros, senón falares entre os cales existían pequenas diferenzas graduais, con afinidades que se ían difuminando de vagar conforme un se arredaba no territorio. Só coa paseniña emerxencia dunha cultura non clerical, primeiro nobiliaria e máis tarde burguesa, comezou a xurdir de maneira incipiente o cultivo literario deses falares vulgares, e fóronse constituíndo tradicións escritas para os idiomas románicos. Dun xeito análogo, a procura da eficacia na comunicación resultou decisiva para impulsar a
A mediados do século XIII, arrinca o cultivo instrumental do galego, vinculado ás necesidades administrativas das clases altas
escrita dos romances no ámbito administrativo. Cando isto se viu apoiado por unha corte real, como aconteceu en Castela-León a partir de Fernando III e sobre todo de Afonso X (século XIII), creouse unha base sólida para que se estabilizase unha tradición escrita que serviu de referencia para a fixación do correspondente romance.
4. Trobadores e xograis
En Galicia, foi primeiro a pequena nobreza asentada no país pero con contactos por todo o norte da Península, e despois tamén a ínfima nobreza, máis vinculada aos reis de Castela-León, á súa corte e ás súas empresas militares (conquista de Al-Andalus), a que pulou polo cultivo literario do galego. De aí a esplendorosa escola trobadoresca galego-portuguesa. Un pouco máis tarde, a mediados do século XIII, arrinca o cultivo instrumental do galego, vinculado ás necesidades administrativas da nobreza, da incipiente burguesía urbana e dos poderosísimos conventos e mosteiros. Pero aquí faltou unha corte real que marcase a pauta, algo que si existiu en Portugal. A comezos do século XVII notaba con agudeza o letrado e gramático portugués Duarte Nunes de Leão que as "linguas de Galiza e Portugal eran antigamente case unha mesma". E engadía: "Da cal lingua galega a portuguesa se aventaxou tanto, canto na copia e na elegancia dela vemos; o que se causou por en Portugal haber reis e corte, que é a oficina onde os vocábulos se forxan e pulen e de onde manan para os outros homes, o que nunca houbo en Galicia."
Buenos Aires - Bos AIres
No hay comentarios:
Publicar un comentario